viernes, 27 de enero de 2012

Quisiera.

Y me enredo entre las sábanas buscando sentir tu piel, no la encuentro.
A veces anhelo tocar tus labios con los míos, en el más fogoso beso, el del eterno retorno... Siento que el corazón se acelera y quiere explotar, pero nada puedo hacer ante los deseos reprimidos. Quisiera entenderte con palabras y silencios, sin embargo, sólo consigo hacerlo al tratar de desentrañarle el sentido a tus miradas.
Es tu piel candela que me enciende, que me prende y que no apacigua mis deseos de tenerte y sentirte en conexión por completo. Ser uno en cuerpo, y ser uno en alma.