Y aunque la niña ya ha crecido, aún guarda una caja musical rota llena de sueños, aún espera levantar los brazos en señal de victoria y girar, pensando cambiar el mundo. Pero el tiempo devasta y la que fue su frágil sonrisa, es ahora una dura expresión en sus ojos, porque ahora mira desde arriba, cual dios en el olimpo, y cae en cuenta que el mundo que intentó cambair ya no puede por si solo hacerlo.
La niña, ya mujer dios, tiene ahora la solución, hay que hacerlo explotar todo.
Detener el tiempo y bailar en el espacio, girar, levantar los brazos ¡VICTORIA!.
Explotarlo siempre fue la solución, principio, fin, principio.