Ya no siento la necesidad de escribir, y desde que no la siento, tampoco siento la necesidad de hablar. Es como si se secara mi lengua, mientras hago un viaje a mi interior, sin retorno.
Grito en silencio, odio escribir. Será que me odio a mi misma? será que odio todo lo que hago...?
Siento una navaja rozando mis pálidas mejillas. Tal vez su filo me penetre la piel. Tal vez, morfina en la cabeza haga que generaciones futuras sepan que existí, y haré historia.
Son horas iguales, una y otra. Una y otra, por años. Soy una reina en el desierto...
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